24 marzo, 2020

Cowon Plenue D2: un clásico para la alta definición

En esta inesperada, excepcional e inolvidable época en nuestras vidas, y a nivel mundial, de absolutamente necesario confinamiento en nuestros hogares debido a la pandemia del virus Covid-19, es un buen momento para poner al día este blog que lo tenía un poco abandonado. Así que hoy voy a hablar del Cowon Plenue D2, uno de mis últimos reproductores orientados al sonido de alta definición.
 
Cowon Plenue D2

Hace cosa de 12 años, en el albor de este blog, publiqué una reseña del Cowon D2, uno de mis primeros reproductores de audio digital portátil. Una joyita de reproductor que ofrecía gran sonido, mucha potencia y una pantalla táctil para manejarse por una interfaz gráfica rompedora aunque no especialmente ágil. Por entonces, estábamos en la cuestión de si las pantallas táctiles eran resistivas (funcionaba ejerciendo un punto de presión sobre la misma) o capacitativas (lo que disfrutamos actualmente, con suaves pero múltiples pulsaciones al mismo tiempo).

Ahora vuelvo con la evolución de aquél, el Cowon Plenue D2; un reproductor que incorpora nuevas prestaciones, algún cambio estético y, lo que es más destacado, un sonido mejorado y más puro manteniendo la potencia que ya caracterizaba al primigenio de la saga.

Esta vez con el nuevo sello Plenue; de pleasure, de plenty, de plenum, de avenue, de continue y de new con las que aspira, Cowon, a convertirse en la mejor marca del mundo para los aficionados y amantes de la música.



En lo estético, llama la atención el diseño isométrico de la estructura superior, metálica, esa joroba (con perdón) que se impone sobre el plano y donde queda repartida, aproximadamente, en un 70% para la zona destinada a los puertos de salida de audio y el 30% restante para el generoso botón de encendido/apagado.


Botón de encendido, por otro lado, que incorpora un led de colores que se activa de forma permanente durante la carga del dispositivo y parpadea durante la reproducción, si así se configura, una vez queda bloqueado.


Por cierto, como la carga del dispositivo se realiza a través del puerto estándar USB, puedes conectarlo directamente a la toma de corriente mediante un adaptador (no incluido en la caja) o bien mediante una batería externa, como se ilustra a continuación.

Cowon Plenue D2 conectado a una batería externa por USB

Y en colación al tema de la batería, Cowon indica unas 45 horas de autonomía para formatos comprimidos en MP3 y unas 30 horas en FLAC para la alta definición en 24 bits. Mi discografía está en FLAC, la inmensa mayoría en tasas inferiores a los 24 bits y no pondría la mano en el fuego por esas 30 horas publicitadas que me parecen más bien un canto al cielo que una realidad plausible. En cualquier caso, se aleja mucho de las tasas del modelo inicial de la saga, el Cowon Plenue D, que podía alcanzar, también en teoría, las 100 horas.

En esa estructura isométrica tenemos el típico jack de 3,5 mm, compatible con todos los auriculares y con una potencia de salida de 2 Vrms; por el otro, y como novedad, el jack con salida balanceada de 2,5 mm que alcanza los 4 Vrms de salida, suficiente para auriculares más exigente como pueden ser los de diadema. Evidentemente, para esta última conexión necesitarás un auricular con un cable compatible.


Como es habitual en esta marca, se mantiene la botonera lateral. Mediante estos botones podrás subir/bajar el volumen, activar/parar la reproducción de música y avanzar/retrasar la canción actual.

De serie, estos botones están habilitados pero puedes configurar su bloqueo permanente (bloqueo de botón) desde la opción Sistema del menú de Ajustes. Si lo bloqueas manualmente pulsando el botón de encendido, sin que esté activado el bloqueo de botón, puede ser que al meterlo en el bolsillo se produzcan interacciones indeseadas por lo que recomiendo el bloqueo manual si no vas a desplazarte y el bloqueo de botón en itinerancia.


Como peculiaridad, al utilizar el reproductor en vertical, mientras que en el bloque de volumen el botón de subir (+) queda ubicado arriba, en el caso del bloque de reproducción queda abajo el de avanzar canción (>>|). En mi lógica, el de avanzar canción también debería quedar arriba. Te acabas acostumbrando a la operativa pero me liaba un poco al principio, cuando quería saltar a la siguiente canción y pulsaba el botón de retroceder.

En horizontal, en cambio, me resulta más cómoda esta distribución si lo manejo con ambas manos. Ten en cuenta que se puede rotar 90 grados la interfaz pulsando el botón dedicado en el menú de opciones.


Por último, el Plenue D2 incorpora una ranura para tarjetas microSD/SDXC, tal y como se muestra en la imagen que abre esta entrada. Cowon publicita una capacidad máxima de hasta 192 Gb en total así que me he limitado a probarlo con una Sandisk Ultra de 128 Gb y funciona correctamente. Desconozco si una de mayor capacidad también lo haría.

El reproductor mide, aproximadamente, unos 8 cms de largo, 5,3 cm de ancho y casi 1.5 cm de profundidad. Su peso no alcanza los 100 gramos.

Es ligero pero robusto, cómodo y fácil de manejar con una mano. Al quedar bien encajado en la misma, y gracias a la combinación de un tamaño pequeño y un gran botón de encendido en su parte superior, encender o apagar el reproductor se hace de forma muy intuitiva y natural con el pulgar. También desenvolverse por el menú.


La interfaz funciona correctamente. No con la agilidad y fluidez de un móvil actual (supongo que a medida que subes de gama Plenue, la interfaz aumenta de velocidad a la par que el precio) pero suficiente como para no tener unos retrasos en la respuesta que me saquen de quicio. Tampoco tiene una pantalla FHD de 90 herzios, ni una RAM descomunal ni un procesador de última generación así que, para lo que tiene que hacer, no me quejo. Sí falta un poco más de fluidez cuando utilizo el reproductor en modo horizontal y paso discos pero como apenas lo uso de esta forma, le doy un pase. Por cierto, puedes elegir entre tres interfaces diferentes en modo reproducción: modo oscuro, modo grisáceo y modo claro.

Monta una pantalla táctil LCD de 2,8 pulgadas, con resolución 240x320. Se ve bien, correcta. Me hubiera gustado una pantalla que aprovechara más y mejor los bordes, tipo infinity display, Por lo menos, al ser negro, las caratulas y textos quedan bien contrastados y su visualización es agradable, y el resultado final es de una elegancia destacable sobretodo para los que amamos el modo oscuro de interfaces. Por cierto, se puede regular la luminosidad en una escala de 1 a 10. Lo tengo configurado en 2 y no necesito más intensidad.

Como también dispongo del Sony NW-A45, la comparación resulta inevitable. Y las diferencias saltan a la vista.


El Plenue D2 es centímetro y pico más pequeño que el A45 pero apenas hay diferencia en cuanto a la base. 



Ni que decir si tenemos en cuenta la profundidad, donde el Plenue D2 casi dobla al A45.


Pero, como decía unas líneas más arriba, a pesar de ello, sienta muy bien en la mano.

Decía al principio que el Plenue D2 está orientado exclusivamente al audio. Y no falta razón, claro, porque nada más iniciar el reproductor, la primera pantalla que aparece es la de reproducción, no la del Menú. Las intenciones son inequívocas y, por fin, tenemos lo que tanto tiempo demandábamos: un reproductor de audio, no multimedia. Es un reproductor de música. De tu música, en local.

Estando en modo de reproducción, puedes acceder a las configuraciones relacionadas con este modo así como a los ajustes del sistema. Basta con pulsar el botón estrellado situado en la esquina superior derecha de la carátula, justo bajo el icono de la batería, para acceder a las configuraciones de audio (ecualización, tipo de reproducción, velocidad, modo horizontal, etc.) y al submenú de Ajustes, donde se puede activar el bloqueo de botón, el led así como configurar el filtro del DAC.

Doble DAC, por cierto. En concreto monta dos chip CS43131 de Cirrus Logic, que depura el sonido hasta dejarlo limpio y enviarlo a tus oídos sin artefactos ni molestos ruidos de fondo. Al menos, los que se deriven de la circuitería del dispositivo, otra cosa será los sonidos de fondo que incorpore el masterizado del disco en cuestión. Lo cierto es que en aquellos discos donde se ha realizado una buena digitalización, el doble DAC te ayudará a obtener una gozosa audición sin distracciones sobretodo cuando te pongas en plan exquisito y saques a relucir tus archivos DSD (gestiona DSD64 y DSD128 de forma nativa).


El DAC admite cinco posibles configuraciones: dos en modo rápido, que incluye baja latencia y compensación de fase; dos en modo lento, que también admite baja latencia y compensación de fase; y, por último, sin sobremuestreo de frecuencias. Te recomiendo esta lectura para entender un poco estos conceptos.

A pesar de su orientación al audio, no estaría de más haber incorporado la radio, que brilla por su ausencia.

Tampoco incluye ni bluetooth ni wifi. Adiós a Spotify, Tidal y todas esas bibliotecas en línea porque no podrás conectarlo. Insisto: es un reproductor para operar en local, cargando a tope los 64 Gb de la memoria interna y, en mi caso, los 128 Gb de la externa microSD.

No sé si me dejo algo más en el tintero. Para resumir:

  • Memoria interna de 64 Gb
  • Ranura para microSD/SDXC (hasta 128 Gb)
  • Doble DAC de Cirrus Logic CS43131
  • Pantalla táctil de 2,8 pulgadas (240x320)
  • No incluye radio
  • No incluye wifi
  • No incluye bluetooth
  • Autonomía de 45 horas en MP3 / 30 horas en FLAC (24 bits)
  • Posibilidad de cargar por USB la batería a través de la toma de corriente y batería externa

Y ahora sí, paso a describir mis sensaciones sobre el sonido. Pero no me enrollaré mucho porque además de las múltiples combinaciones de ecualizaciones posibles (además de las cuatro personalizadas), también lo condiciona el auricular con el que lo emparejas.

En mi caso, lo he probado con varios intracanales como el Westone 4, Shure SE535, Sennheiser IE80S, Grado GR10 y el Etymotic ER4P, que es el que más utilizo últimamente. También lo he probado con los de diadema Grado GH2 y el Sennheiser HD600.


Compararlo con el Sony A45 sería un poco injusto porque éste viene con la limitación de volumen. Pero reconozco que este Sony suena muy bien.



Desde luego que el Sony no puede mover con soltura un HD600. Los intracanales, sí, pero un auricular tan exigente como éste requiere más potencia de salida que lo ofrecido por este reproductor.

Como sabrás, el ER4P es auricular de un solo transductor y un perfil analítico, neutro. Analítico pero no quirúrgico, es decir, va a proyectar un sonido muy próximo a la grabación, sin coloraciones o aditamentos en todo el rango de frecuencia pero, también, un sonido menos abierto que un Grado GR10. Ambos auriculares, ya puesto, no son muy diferentes pero sí encuentro que el Grado aporta un sonido más adictivo por el sonido correcto -que no aburrido- del Etymotic.

Reconozco que el ER4P -y lo haría extensivo a toda la gama ER4- nunca ha sido uno de mis auriculares favoritos, no tanto por las sensaciones sonoras, pues es magnífico, que por una cuestión de comodidad. Una del todo necesaria mayor inserción y la imposibilidad de pasar el cable por encima de la oreja acaban porque me decante por el GR10, infinitamente más cómodo en este sentido. Para mi, el asunto de la comodidad lo valoro tanto como el buen sonido.


En función del tipo de música opto por una ecualización u otra. Y normalmente por aquella donde el grave sale reforzado, ya que el ER4P, al tener una respuesta más plana, en ocasiones da la sensación de tener una zona baja más ténue que cualquiera de los auriculares anteriormente mencionados. Una simple potenciación de esta zona bastaría para encajar mejor en mis gustos pero para eso ya está el otro modelo de la saga, el ER4XR, de respuesta extendida (XR).

El Cowon Plenue D2 dispone de un modo auricular (alta ganancia) para auriculares mucho más exigentes y puedo asegurar que se defiende muy bien. Y lo digo mientras escucho a ratos Beachdust y a otros Skinshape con el Sennheiser HD600 envolviendo mis orejas. Lástima que no pueda probarlo en balanceado porque los 4 Vrms de salida pueden darle otro aire a un auricular como éste.

El fondo negro sonoro del Plenue D2, completamente negro,  ya no sirve de excusa para enmascar las deficiencias en las grabaciones originadas en una mesa de estudio pero sí puede ayudar a mostrar lo gozoso que puede resultar una grabación bien hecha, cuidadosamente pensada para el deleite de tus oídos.

Este Plenue D2 quita razones y penaliza un mal masterizado; pero también contribuye a que el trabajo bien hecho no encuentre un obstáculo entre la circuiteria del reproductor, con molestos artefactos que distraen la audición.

Las casi infinitas posibilidades que se abren a través de las configuraciones en ecualización (de 5 bandas, por cierto) y otros parámentros, donde seguro que encontrarás la que más y mejor se ajusta a tus gustos (recuerda que hay 4 EQ completamente personalizables), junto a la potencia más que suficiente para mover casi todo, se merecen la etiqueta de pequeño pero poderoso de Cowon. Y como todos los Cowon que he probado hasta hoy como fiel seguidor, y ya van unos cuantos aunque éste es mi primer Plenue, su calidad sonora está más que garantizada. En esta gama, incluso más todavía.

Y pongo ya punto y final a esta larga reseña, donde he obviado algunas de sus especificaciones técnicas al estar disponibles en la misma web de Cowon o simplemente porque no dispongo de las herramientas para hablar en propiedad, y he procurado centrarme un poco más en las sensaciones. Al fin y al cabo se trata de eso, de que cada cual encuentre la combinación de reproductor y auricular con que sentirse cómodo teniendo en cuenta que este reproductor ofrece potencia, buen sonido y múltiples configuraciones para poder conseguirlo.

El Cowon Plenue D2 es un buen reproductor por tamaño, prestaciones y precio. Es a lo máximo a lo que estoy dispuesto a llegar y con lo que puedo encontrar satisfechas mis necesidades audiófilas. Porque con la llegada de la alta definición -y ahora aprovecho para hacer una crítica a todo el sector- la mayoría de marcas (y Cowon no es una excepción) han encontrado una excelente excusa para elevar precios a unos niveles sonrojantes ofreciendo, a cambio, una prestaciones mejoradas (no lo discuto) pero unas autonomías simplemente ridículas e inaceptables para mi gusto.

Por eso con este Plenue D2 encuentro cierto equilibrio entre todos esos factores sin tener que renunciar a grandes cosas.

Hasta la próxima reseña. Y recuerda permanecer en casa durante este periodo de confinamiento sanitario.

[Última actualización: 29/03/2020]

3 comentarios:

elKRás dijo...

También tiene cosas buenas toda esta locura que estamos viviendo!.

Gracias Blogobló.

Saludos.

Pepe dijo...

Gracias por el articulo, me ayudo.a decidirme. Saludos

Pepe dijo...

Gracias por este articulo tan completo , has dado informacion que me ha ayudado a decidirme. Saludos