Grado SR60: primeros pasos en HI-FI

Sí, ya sé: los Grado no son unos auriculares in-ear. Es evidente. Pero es que hacía tiempo que tenía el gusanillo de probar unos HI-FI, que los in-ear ya sé lo que son y quiero más.

Grado SR60

Como siempre hago, lo primero decir que ésta vez ha sido en Supersonido donde he comprado los Grado SR60, una tienda con un merecido prestigio en el mundo de componentes de audio. Y lo digo con conocimiento de causa porque, cuando me llegaron los SR60, descubrí que traían un problema en el auricular izquierdo, provocando distorsiones muy molestas. Un par de mails y, en apenas una semana y sin gasto alguno extra de mi parte, pasaron a recogerlos y me dejaron otros nuevos. Se me pone cara de tonto cada vez que tengo un trato tan bueno de una tienda on-line, haciendo entregas rapidísimas (3 días), venga de la misma ciudad como de la otra parte del mundo.

Solucionado el trago inicial, no puedo hablar si no de forma muy positiva de estos Grado. Tengo que decir que tenía en mente muchos otros, más baratos y más caros, pero como la experiencia con los in-ear es fantástica, pues no me apetecía hacer un desembolso grande (en realidad, es por un problema de mi tarjeta, que no para de sacar humo). Además, los auriculares de gama alta muchas veces necesitan de un amplificador para sacarle todo el partido, debido a su sensibilidad. Así que, al menos para tantear el terreno, pruebo con estos Grados, que destinaré exclusivamente a uso doméstico, como altavoces de mi PC y que, según se dice, no requieren amplificación para que rindan bien.

Ya adelanto que los SR60 no tienen nada que ver con otros orejeros que haya utilizado hasta la fecha.

En el punto de mira tenía los PortaPro, elogiados por muchos por sus potentes graves, y con precio parecido a los SR60. Otros, mucho más caros, como los Sennheiser HD595, un escalón por encima pero que eran mis favoritos por cumplir las tres reglas: bueno, bonito y barato; Grado SR325i, dorados como homenaje al cincuenta aniversario de la marca; y los AKG 601 y AKG 701, éstos últimos parece que andan en otra dimensión en el mundo HI-FI.

Auriculares Grado 325i (50 aniversario) en la izquierda y AKG 701 en la derecha

Recuperando la experiencia de los in-ear, en los que se hace necesario darle unas horas de rodaje para que muestren toda su fuerza, a los Grado SR60 les he sometido también a este periodo de preparación. Pero lo sorprendente es que ha necesitado menos horas para que la cosa fructifique porque, casi desde el mismo momento de desempaquetar el producto, el sonido es fantástico. Y con la particularidad, a diferencia de los in-ear, que no necesita almohadillas especiales para que los graves suenen bien o por una simple cuestión de comodidad, ya que la forma como van colocados nada tiene que ver los otros.

El sonido es muy claro. Voces claras aunque con un punto de aspereza, guitarras que suenan como si las tuviera delante de tus narices, bajos potentes y cierta espacialidad. Es un sonido bien compensado y me ha sorprendido gratamente, pues esperaba encontrarme bastante menos calidad.

Lo que tengo claro es que la experiencia con unos cascos de este tipo ha sido estupenda, el sonido es limpio, contundente y muy equilibrado. No resulta tan agotador como llevar unos in-ear incrustados en el oído durante horas pero, eso sí, no quedas aislado del exterior (ni el exterior queda aislado de ti, al ser de arquitectura abierta), como sí hacen, muy bien para mi gusto, los in-ear.

Así que más pronto que tarde, seguro que me toca abrir otro hilo para comentar la nueva adquisición: quizás unos Grado SR325i o quien sabe si unos AKG 701 (los Grado RS1 sólo son un sueño). El tiempo y el bolsillo, en cualquier caso, lo dirá.