Tras la reciente experiencia con los Grado SR60, que me ha acercado de forma suave al mundo de la alta definición, HI-FI, no he podido resistirme a dar un paso más allá y subir un escalafón en el ránking de los auriculares de altas prestaciones.
Mucho he leído del Grado SR325 (sin la "i") y algo menos del reconducido y mejorado modelo ahora llamado SR325i. Mis temores iniciales surgidos a partir de la brillantez demasiado chirriosa de su precendente, según comentan, me hacía dudar entre el SR325i o dar el gran salto audiófilo con el RS1 o, sobretodo, con el RS2, de construcción similar al primero pero con una caja de resonancia más pequeña (y, por supuesto, más económico).
Lo que tenía claro es que debía seguir con la familia Grado de la que, hasta ahora, estoy plenamente satisfecho. Y, sí, me encanta el diseño retro de los Grado, sobretodo de los modelos más caros, construidos artesanalmente en madera (como dice el anuncio: “yo no soy tonto”, ¿verdad?), que se hacen más robustos y consistentes. Pero, evidentemente, el diseño no se podía convertir en el único item a valorar.
Supongo que no sorprendo a nadie al decir que tanto los Sennheiser HD650 como los AKG K701 estaban en mi punto de mira, junto a los aclamadísimos y fuera de presupuesto RS1 y los RS2, con los que ya me daba por satisfecho si lograba hacerme con unos de ellos. El precio, cómo no, es un factor determinante pero dada la experiencia satisfactoria de los UM2 de Westone que, meses después de la compra, siguen erizándome la piel con su sonido tan bueno, no le ecnuentro tantos peros a invertir unos euros más (sí, he dicho invertir y no gastar, pues llego a la idea de que es una apuesta segura, una inversión, en calidad musical).
El hecho de haber descartado los Sennheiser y los AKG no se fundamenta en nada más que en una cuestión estética, prácticamente. Tanto el HD650 como el K701 estoy seguro que son excelentes auriculares pero, qué quieres que te diga, el diseño retro de los Grado, junto a su sonido ya disfrutado de los SR60 sólo me indicaban que debía seguir en la misma línea y apostar fuerte por uno de sus productos estrella, el llamado familiarmente RS3. Desde luego que no son argumentos consistentes pero a mi ya me van bien.
Como no podría ser menos, junto al Grado SR325i he comprado el amplificador Grado RA1, hecho totalmente en madera de caoba. Con un diseño muy elegante, el Grado RA1 tiene, en su parte frontal, una salida de audio (auricular) tipo 1/4", un control de la potencia de salida y, entre medio de ambos, un led rojo indicativo de encendido. En su parte trasera, la palanca de encendido/apagado y dos entradas RCA (roja y blanca).
En las primeras pruebas que hago con el conjunto Grado SR325i y el amplificador Grado RA1, éste lo he conectado al pc por la toma de auriculares (verde), usando un cable tipo 1/8” (3,5mm) con dos terminaciones RCA (aunque la entrada al amplificador RA1 es rojo-blanco, el cable que he usado tiene terminaciones RCA en rojo-negro).
Cabe decir que mi modelo de amplificador RA1 funciona con dos baterías de tipo 9v., cuya autonomía se sitúa sobre las 40-50 horas de uso. He probado con pilas Maha 9.6V 230mAh NiMH recargables
pero no funciona correctamente así que se hace imprescindible usar las pilas que tocan y no sobrecargar el asunto con baterías más potentes que no dan resultados. Los experimentos, está claro, con agua.
y funciona correctamente. Es más, incluso combinando una pila alcalina de 9v con una recargable de 9.6v, el RA-1 también funciona con normalidad.
El SR325i ofrece, como ya me pasó con el SR60, un sonido de calidad desde el primer momento. Sin amplificador de por medio, resultaría difícil decir cual de los dos es "el bueno". Y es que ambos suenan de forma parecida. Pero la cosa cambia cuando aparece el RA1: el SR325i comienza a alejarse del SR60 suavemente, mostrando un sonido donde las frecuencias más bajas trabajan de forma mucho más refinada, contundente pero sin llegar al grave algo pesado del modelo menor de la gama Prestige. Medios y agudos definen muy bien, dando detalle y un sonido limpio.
Sé que algunos hablan de sonido caliente como una característica típicamente Grado, alejándose del subjetivo virtuosismo que te da el mantenerte en el equilibrio musical, para no interferir. Pero ésto es, extrapolando la situación al campo de los reproductores portátiles de mp3, como la pugna que mantiene el sonido caliente de los iAudio frente al plano del iPod. Me quedo, por supuesto, ya lo habréis comprobado, con la familia Cowon.
Con un rango de frecuencias muy bueno (18-24 hz) y una impedancia baja, algo raro en auriculares de este nivel, el Grado SR325i funciona sin problemas y con calidad tanto en un equipo dedicado de música, conectado en la salida de altavoces del pc e, incluso, conectado al reproductor portátil de turno. Sólo necesitarás el adaptador 1/4” a 1/8” para conectarlo al pc o al reproductor portátil; para la conexión al equipo de música, con el jack 1/4 ya estás servido.
Sobre la comodidad del Grado SR325i, y sin haber probado auriculares de la competencia, sí puedo decir que son muy cómodos, al menos respecto de los Grado SR60. Mejor aún: son comodísimos. Desde luego que no siento tanta presión sobre el oído y eso se agradece, sobretodo si eres de los que haces audiciones de larga duración (no es mi caso, ya que no acostumbro a dedicarle más de 2-3 horas seguidas al día). El tipo de fundas, cilíndricas, junto a una diadema generosa, por grande, y en piel, contribuyen estupendamente a no sentir presionada la cabeza con lo cual repecute, claramente, en una mayor comodidad. En cualquier caso, hasta diría que la diadema es demasiado generosa o mi cabeza demasiado pequeña.
Voy a ser sincero: la primera sensación al recibir los SR325i y hacer las primeras audiciones es que me había equivocado en la compra. Pero espera un segundo, que no he acabado la frase: el SR325i me parece un auricular simplemente magnífico. Estoy impresionadísimo de lo bien que funciona con el amplificador RA1, del que ya había leído que tenían estupendas sinergias, y ahora corroboro, actuando como un todo perfectamente integrado.
Cuando digo que me había equivocado en la compra me refiero a la sensación de que, tras las primeras audiciones, que me han dejado impresionado, he pensado inmediatamente que el haber invertido unos cuantos euros más en el RS2 e, incluso, en el RS1 justificaban sobradamente la inversión. Es decir, que estoy seguro que la perfección acústica está más al alcance de la mano con unos auriculares de la gama de Referencia que no con los SR325i, aún sonando éstos deliciosamente (algunos lo consideran como el noventa por cierto del sonido del RS1). Vamos, que en este bucle infinito hacia lo mejor, el único límite lo encuentras en el bolsillo que, desgraciadamente, tiene fondo.
Comparar es difícil cuando apenas has probado cascos. Respecto a los orejeros, el sonido SR325i nada tiene que ver con el sonido del SR60, si a él le enganchas un amplificador como el RA1. Los SR60 potencian quizás un poco el grave que, aún sonando bien, llega a agotar. Es, por así decirlo, como un Super.Fi 5 Pro pero sin pulir, con menos detalle en medios-agudos y un bajo potente pero mejorable.
Para los que hayáis tenido la oportunidad de probar los in-ear UM2, de Westone, yo me atrevería a decir que, aún con las primeras audiciones con el SR325i, éste es lo que los UM2 son para los auriculares in-ear: un referente por su sonido rico, vivo, con detalle en las frecuencias altas y unos graves que trabajan -¡vaya cómo trabajan!-, en las frecuencias más bajas. Un auricular que disfruta con pequeñas variaciones en las ecualizaciones y que da la sensación de que va a dar más conforme pasen las horas. Ya se verá pero en cualquier caso, con los SR325i en casa y los UM2 para uso portátil, ¿qué más se puede pedir?
Prepárense, señoras y señores, que ésto es sólo para adultos...
[Actualización, 21/03/2008] Ver apartado referente a la batería del amplificador Grado RA-1.
9 comentarios:
Interesante review. Me imagino que habrás elegido el RA1 por la estupenda sinergia que tiene con los Grado (de paso te sirve para tus IEM). A mí me parece un ampli muy específico y poco versátil (comparándolo con otros en ese rango de precios) aunque desde luego, si lo que buscas es estética, entiendo que te hayas "encaprichado" de él (como de los SR325i).
Salu2
Sí, sí, casi la única razón para tener el RA1 es, como bien dices, que funcionan muy bien con los Grado y que, estéticamente, es muy chulo. Pero no hubiera optado por él si, finalmente, me hubiera decantado por un Sennheiser o un AKG. Quizás, teniendo ya el RA1, me queda menos trayecto hasta el RS1... (cosas del subconsciente, que es muy traicionero) ;-)
También dispongo del Go-Vibe 5 (portátil) pero, no sé por qué, aún no he probado qué tal van con los SR325i. Pronto lo haré y actualizaré.
Me gustaría saber sobre ese govive con los Grado.
Por otro ladoo conozco a quien tiene el RA-1 con pilas recargables sin ningún problema. A lo mejor las que usas no son adecuadas.
Salu2.
Sí, tuve un lapsus inicial al crear la entrada pero realmente sí que funcionan las pilas recargables con el Grado RA-1. De hecho, ahora tengo puestas las Maha que comento en esta misma entrada y funcionan sin el más mínimo problema. Y hasta diría que mejor que las 9v no recargables!!! ;-)
En cuanto al Go-Vibe 5 con los Grado, aún no lo he probado a conciencia. De hecho, hasta que he recibido los Shure SE530 los tenía bien guardaditos en el armario. Ahora le doy más uso con mis con este in-ear. Cuando me decida, posteo al respecto. :D
Un saludo.
Estimado webmaster,
Ante todo le felicito por su tremendo blog, tan atractivo como interesante, variopinto y didáctico. Sobre todo le agradecería su último atributo, porque gracias a ello he aprendido un poco más sobre el mundillo de los headphones/earphones HI-FI, y aunque está clarinete que uno no puede sacar sus propias conjeturas hasta que practicamente no testea dichos articulos, sus 'reviews', en concreto ésta del SR325i, no han hecho más que acrecentar mis ganas ciegas de comprarlo via internet. Hace poco encontré una puja española en eBay, asi que los compré por unos 200€ con gastos de envio, de segunda mano, con poco uso garantizado. El problema viene cuando los he sacado de su envoltorio, al ver que en la caja aparece una etiqueta que pone: Grado Prestige Series Headphones SR325, sin la "i". Como bien sabrá, la diferencia entre ambos modelos es abismal, tanto que me he mosqueado un poco porque no estoy seguro si me han tangado y me han encalomado los antiguos. Me gustaría saber si podría ayudarme, he estado buscando imagenes de ambos modelos y no encuentro una sola diferencia estetica... De sonido las habrá, pero para distinguir entre uno y otro, lo veo dificil. Espero su respuesta.
De antemano, gracias por atenderme.
Un saludo,
- Andros
Pues no sabría decirte cuál es la diferencia estética entre ambos. Pero, si te sirve de ayuda, los SR325i son dorados y, en la caja, al menos en la mía, consta expresamente que se trata del modelo SR325i (en el auricular sólo pone SR325, sin la 'i').
Dame más datos del que te ha llegado y contrastamos.
Un saludo.
Por cierto, la carcasa del SR325i, además de dorada, es de aluminio.
El modelo SR325, según he podido ver en alguna web (no sé si es muy fiable), es negro y se parece al SR60.
Un saludo.
Hola de nuevo,
Éso mismo he comprobado hacía unos instantes, incluso el vendedor en un gesto de amabilidad se ha ofrecido a enviarme la factura original de Supersonido.es, y me ha informado que el modelo en cuestión -SR325- dejó de fabricarse allá por 1998, y que las carcasas eran de color negro, no se si de plasticucho o vete tu a saber, por que en internet no se distingue un carajo. Todo solucionado, ahora solo falta testearles con buena música. Muy agradecido por todo :)
¿Me recomiendas algún disco en concreto de cualquier estilo?
Saludos,
- Andros
Me alegro que hayas resuelto tus dudas.
En cuanto a la propuesta musical, creo que, para tu Grado, le irá bien el último disco de Micah P. Hinson, titulado 'The Red Empire Orchestra', o el primero de Bon Iver, 'For Emma, forever ago', un descubrimiento que he hecho hace poquito y que, con cada escucha, más me gusta. Es folk, por si no los conoces aún.
Un saludo.
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