06 diciembre, 2009

Grado GR8: impresiones sobre el Grado 'japonés'

Grado es una indiscutible marca de referencia en el mundo audiófilo. Y aunque en los últimos tiempos hayan aparecido algunas sombras sobre sus productos, sobretodo por la supuesta deslocalización de la fabricación hacia tierras asiáticas, lo cierto es que casi todo lo que hacen, lo hacen muy bien.

El Grado GR8 es el primer IEM de gama alta de la marca. Fabricado en Ásia, ciertamente, pero no en China como se pensaba inicialmente sino en Japón. Parece que este detalle ya tranquiliza bastante y, si me lo permites, desde ahora confirmo que de malo tiene más bien poco, por no decir nada. Al menos, respecto a lo que al sonido se refiere.

Estas impresiones sobre el GR8 se enmarcan dentro de lo que una semana de uso me han permitido apreciar. No cuento las horas de rodaje ni llevo un control metódico de lo que escucho: lo he usado cada día, más o menos horas, y varios estilos de música, con predominio de rock, folk y electrónica. Cualquier variación que pueda notar a partir de la publicación de esta entrada vendrá en forma de actualización.

Y como siempre digo, ésta sólo es una opinión más que ni vincula ni obliga a nadie a tenerla en cuenta. Aún así, espero que pueda ayudarte un poquito más a la hora de decidirte por unos de los ya muchos IEM que existen en el mercado.

Accesorios

Al desempaquetar el GR8 veo que más allá del mismo auricular, tres pares de almohadillas de silicona (tres tamaños), un folletín con las características del producto y una bolsa de plástico que no tengo muy claro si es para guardarlo mientras no se usa (sí, he dicho una bolsa de plástico, así, tal cual, ridículo para el nivel de precios al que sale al mercado), no hay nada más.


Nada de extensiones de cableado; nada de múltiples almohadillas de varios tamaños, texturas, colores y formas; nada de fundas de piel como en el Westone 3 para proteger el producto mientras no se usa; ni siquiera un bastoncillo para retirar la cera acumulada en el auricular.

Sí que incluyen unos filtros para incrustar en el auricular (en la imagen anterior, esos puntos negros y aros que aparecen en la bolsa de plástico) que debe ser la manera personalísima de Grado de sustituir la varilla limpiadora de cera por otro sistema más o menos sofisticado, según se mire. La verdad es que nunca lo había visto en ningún otro auricular y me ha costado unos minutos entender qué eran esas manchas negras en la bolsa. De hecho pensaba que eran unos extraños agujeros de ventilación... fíjate.

En una primera impresión, el GR8 no parece un auricular de gama alta. Esa forma de alubia y parecido -que roza la clonación- con algún auricular mucho más económico que existe en el mercado actualmente, hace difícil de justificar, a priori, los casi trescientos euros que cuesta (más económico aquí) en el mercado europeo (maldita equivalencia 1 dólar = 1 euro). Aunque pronto descubres que esa 'alubia' esconde algo poderoso y es hasta una bendición por lo que a comodidad y sonido respecta.



El Grado GR8 es un auricular minúsculo. El más pequeño de los IEM de gama alta universal que poseo y, por extensión, también el más ligero. El IE8 casi le dobla en tamaño al Grado y esa misma construcción robusta del Sennheiser hace todavía más pequeñito al GR8.


El cable del auricular está a medio camino entre el cable del IE8 y el del Super.Fi 5. Es un poco más fino que el primero y más grueso que el segundo; es resistente, flexible y de buen tacto pero no es reemplazable ni da la sensación de gran calidad como el IE8.

En cualquier caso, el cable del GR8 es microfónico fundamentalmente en el tramo en donde éste se divide en dos (auricular derecho e izquierdo) y es muy apreciable sobretodo cuando el volumen es muy bajo. Basta un suave deslizamiento de los dedos por esa zona para salir de dudas. En cambio esa microfonía pasa muy desapercibida, diría que es inexistente, en el resto del cable hasta el conector jack. El problema está en la zona de cable que va del cuello al oído.

De alguna manera, el GR8 me recuerda bastante a otro auricular que está pasando ciertamente desapercibido para la mayoría: el Ultimate Ears 700.


De arriba a abajo, estirando los cables: Westone 3, Grado GR8 y Sennheiser IE8.

El Grado GR8 puede ir colocado en 'Y', al estilo tradicional, o por encima de la oreja, de atrás a adelante. Yo uso el segundo sistema, por encima de la oreja, y tensando el cable lo suficiente, el ajuste es bueno. La pequeña carcasa del GR8 lo hace muy cómodo y es el primer auricular de los gama alta con los que he podido estirarme en la cama y apoyar la cabeza sobre el lado sin tener que ajustar la posición. Es un gran punto a su favor.

Perfil sonoro

Grado es rock. Es su estilo, su rasgo característico. El rango medio tonal y unos agudos muy nítidos pero controlados hacen del GR8 un auricular mucho mejor de lo que esperaba. Más teniendo presente que el rango de las bajas frecuencias también está bastante logrado, si bien no tanto como en el Westone 3 que sigue siendo mi referente por el golpe rápido, limpio y seco. El resultado global es que el GR8 es muy rockero, el mejor rockero casi con seguridad, pero se defiende francamente bien en otros estilos musicales.


Me ha sorprendido también la separación de instrumentos. Ya me sorprendió gratamente la experiencia con el IE8 y sigue sorprendiéndome ahora con el GR8: la instrumentación y las voces están bien definidas, como si esa peculiaridad en la que los agudos tiran para arriba y los graves tienen cuerpo lograran estirar el rango de frecuencias lo suficiente como para permitir que cada instrumento dentro de la composición se haga notar y diferencie con bastante claridad. No tengo la sensación de que se solapen voces o instrumentos aunque sí tengo la percepción de que el tirón del grave puede saturar un poco por abajo, no por exceso sino por definición algo más justa.

Un pequeño apéndice trasero distingue al auricular izquierdo del derecho

Lo malo que tiene el GR8 -aunque seguramente tenga más que ver con la idiosincrasia de la marca que con el mismo producto en particular- es que pueden ser agotadores a los pocos minutos de escucha. Esos medios y agudos tan presentes cansan bastante más que el moderado IE8. Es el precio que hay que pagar por ese color característico de los Grado. Pero tiene solución, al menos parcial si no estás acostumbrado a este sonido vivo:

De izquierda a derecha, de arriba a abajo: almohadilla accesoria del Super.Fi 5 Pro,
Sennheiser IE8 y la única que trae el Grado GR8.

Mirando por el cajón me he encontrado con unas almohadillas de silicona de doble banda que apenas he usado con el Super.Fi 5 Pro:

Encajan bien en el auricular y lo cierto es que quita un poco de presencia a los medios-agudos para darle mayor consistencia por abajo al GR8 logrando, a su vez, un sonido algo -no mucho- más relajado. De hecho, también gana algo en espacialidad así que las voy a dejar como compañeras de viaje de este Grado durante un tiempo. Para mi es más disfrutable con esta combinación. Muy disfrutable. Incluso me gusta como quedan.


El Grado GR8 no me parece un auricular sibilante, al menos no tanto como puede serlo el Westone 3, cuyos agudos andan un poco pasaditos o son demasiado cristalinos para algunas composiciones determinadas. Las voces están más controladas en el Grado. Incluso se dice que las voces masculinas están más logradas que las femeninas pero la verdad, mi verdad, es que ambas suenan de lo mejorcito que he escuchado hasta ahora: limpias y con presencia.

El sonido de las guitarras es impresionante. Es la definición, potencia y detalle en los medios lo que te mete realmente en estas composiciones más rockeras. Voces y guitarras trabajan codo con codo, a la par, con luz propia. He disfrutado de lo lindo con Fito y los Fitipaldis, rockeros en estado puro, e incluso con el rock algo más oscuro de Interpol suena limpio y mejor que en cualquier otro IEM que haya probado antes. El grave con presencia también contribuye decisivamente a que el conjunto de la composición suene con cierta armonía y naturalidad. Vamos que si es para rock, no tengo ninguna duda del auricular que voy a utilizar para estos menesteres.


He probado el GR8 acoplado al S9, con efectos y ecualizaciones desactivados, y suena bien pero para sacarle un gran rendimiento he necesitado subir el volumen a tres cuatras partes del total (normalmente lo tengo a la mitad, 20 sobre 40 aproximadamente). También lo he enganchado al GoVibe 5, a través del S9, y ha mejorado aunque tiene un punto sibilante en este caso. Y el salto definitivo ha sido al pasarlo por el Ultra Desktop desde el PC: la ganancia ha sido notable, en definición y en espacialidad. Con el RA-1, el sonido es menos incisivo (parece que los agudos quedan más controlados), un poco más dulzón y menos agotador, ganando quizás en naturalidad y perdiendo un poco en aire y detalle respecto al Ultra Desktop. Me gusta como suena en los dos.

Con ésto quiero decir que si bien los GR8 son disfrutables acoplado a tu reproductor portátil, mejora más con la ayuda de un amplificador, ganando en detalle y aire. De hecho, fue mi hermano el que decía "¡no veas cómo suena ésto!" mientras escuchaba electrónica a través del GR8 conectado al Ultra Desktop y sin los prejuicios de saber los gadgets que estaba utilizando. Un ejemplo claro de que el Grado GR8, además de para el rock, es un auricular que se defiende muy bien en varios estilos musicales diferentes aunque en algunos lo haga mejor, claro, como pasa con otros.

Conclusión

En definitiva, y por si aún no ha quedado claro, el Grado GR8 deberíamos incluirlo desde ya en la lista de posibles candidatos si estás buscando un IEM de gama alta para estas navidades.

Aunque llega escaso en accesorios, su precio es alto y la garantía sólo cubre un año, lo más importante -que es el sonido- está perfectamente conseguido. Tendrás un Westone para escuchas electrónicas; un Sennheiser para escuchas más relajadas; quizás un Triple.Fi para folkear; un SE530 para rock de bajo nivel (yo creo que ya le toca una puesta al día) y este GR8 para rockear a lo grande. Quizás necesitábamos un rockero de alto nivel y quizás con el GR8 lo hemos logrado.

Mi recomendación pasa por conseguir unas almohadillas de doble banda como las que indico en esta entrada (creo que las mías las compré en Earphone Solutions pero ahora no las veo) y tener más o menos claro que, para rockear, va a ser harto difícil encontrar algo mejor. Muy difícil. Al menos, entre los que he probado no lo he encontrado.

[Última actualización, 14/12/2009]

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Fantástica review como siempre, gracias.

Anónimo dijo...

Hola Sr blogoblo...que IE me recomienda para escuchar postpunk, indie, sythpop y electropop.
son los estilos* que generalmente escucho... Creo que irian bien unos westone 3. Ayúdeme.

pd: Tengo un cowon s9 y un d2 en cuidados intensivos*

Anónimo dijo...

Genial review.
Me han llamado mucho estos Grado.Tengo un sony walkman A-829,¿tendrá potencia suficiente para mover estos auriculares?
Es que he visto que tienen una impedancia alta.
Gracias.

Blogoblo dijo...

Sí tiene la potencia suficiente. Yo lo uso sin amplificar y lo disfruto totalmente.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Hola Blogobló.
¿Para escuchar rock prefieres los GR8 a los EarSonics SM3?

Un saludo.

danpan dijo...

Fantástico review. Enhorabuena. Me ayuda a decidirme.